“Hoy por hoy, el aborto en El Salvador es una práctica muy riesgosa, clandestina e ilegal, donde las mujeres no tienen posibilidades de un servicio público”, señaló Herrera. En el caso de Beatriz, recordó que ella tuvo que esperar 81 días para que le aprobaran la interrupción del embarazo, situación que le causó sufrimiento.