Por: Keyla Cáceres
marzo 1,2023
No seamos más una fosa clandestina de impunidad, que el individualismo no nos quite la empatía para exigir justicia.
El 2023 inició rápido. Según la astrología china, este es el año del conejo y será un año que irá corriendo. Para las mujeres y niñas en este país la violencia no pasa rápido, pero sí se olvida muy rápido.
Comenzamos el 1 de enero con un feminicidio. Eunice, de 21 años, murió a manos de su pareja. Pero desde el oficialismo se dice que llevamos 300 días sin homicidios. Lamentablemente, las mujeres y niñas seguimos en una pandemia permanente de violencia por ser mujeres, que claramente no se ha resuelto con un régimen de excepción.
Para la madre de Fernanda es un año más de impunidad por el feminicidio de su hija. El 31 de enero se cumplieron 4 años de la última vez que la vio con vida, y hace 4 años también estuvo a punto de perder a su nieto. Michael Castillo con un corvo le quitó la vida y también dejó a su bebé abandonado en un cafetal por más de 48 horas. Matías está vivo por un milagro, como dice su abuela.
Para la familia de Beatriz, 2023 es el año que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) le ha dado audiencia para exponer a El Salvador como un Estado violador de Derechos Humanos. Beatriz decidió pedirle al Estado la interrupción de su embarazo, no porque quisiera ponerle fin a este, sino por su salud, quería vivir para cuidar a su primer hijo.
Afortunadamente la CIDH escuchó y decidió proteger a Beatriz, y obligó al Estado a interrumpir el embarazo pero fue 81 días después, provocándole aún más serias afectaciones a su salud debido a su lupus.
Beatriz demandó al Estado: exigió reparación y que ninguna otra mujer viva lo mismo. La CIDH admitió la demanda, pero Beatriz murió en 2017. Este año es para brindarle justicia, aunque Beatriz ya no esté con nosotras, su legado será más grande que el de cualquier presidente en los últimos años.
El Salvador no cuenta con una representación de funcionarias que velen por casos como el de Beatriz. Ahora en el contexto preelectoral ¿las mujeres estarán presentes en la contienda electoral? La Asamblea Legislativa, desde 2022, tiene en correspondencia una iniciativa sobre la paridad de género política y social, pero la Junta Directiva ha decidido que no es un tema relevante.
El año del conejo también nos trae grandes retos, como no olvidar a las más de diez mil mujeres y niñas desaparecidas, a las víctimas de violencia sexual, a los más de 2,714 feminicidios y transfeminicidios desde 2014.
Quiero cerrar esta columna con el llamado a no olvidar. No olvidemos quiénes son los que nos aumentan el costo de la vida, que hay más de una Beatriz, más de una Fernanda y muchas madres esperando una respuesta por sus hijas desaparecidas, esperando que el Estado se pronuncie por todos los cuerpos encontrados en Chalchuapa y todas las fosas clandestinas. No seamos más una fosa clandestina de impunidad, que el individualismo no nos quite la empatía para exigir justicia, por más rápido que sintamos que corre la vida y el año del conejo.
Columna de opinión publicada en la Prensa Gráfica. Contenido original en: https://www.laprensagrafica.com/opinion/El-ano-del-conejo-el-ano-preelectoral-20230228-0100.html