En un juicio que puede sentar precedente para todo el continente, el Estado salvadoreño trató de justificar ante la Corte Interamericana su negativa a permitir en 2013 el aborto terapéutico de un feto sin cerebro. Las abogadas desvincularon la prohibición total vigente de los problemas de salud de Beatriz, pero su principal testigo reconoció que apenas trató a la paciente, y uno de sus peritos terminó diciendo que en algunos casos, como embarazos ectópicos, se justifica un aborto.