Hace diez años inició la búsqueda de justicia para Beatriz, joven salvadoreña de una zona rural que padecía de Lupus desde los 18 años y a quien se le diagnosticó un embarazo no viable, ante esta situación Beatriz solicitó al Estado salvadoreño se le practicara un aborto, procedimiento que fue negado, pese a que el comité médico del Hospital Nacional de Maternidad recomendó la interrupción de su embarazo por el riesgo a su salud, y porque el feto en gestación padecía de una mal formación que hacía inviable su vida fuera del vientre.