“Un antecedente de esta naturaleza podría significar una posibilidad de avanzar en la comprensión del aborto como un derecho humano, traduciéndose en una medida de presión significativa para que los Estados de la región no solo despenalicen progresivamente el aborto, sino para que, en aquellos casos en que el aborto es permitido en ciertas causales, se asegure su efectiva implementación”.